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¿Qué edad tienen tus oídos?: cómo evaluar la salud auditiva y consejos de especialistas para preservarla

Más de 1.500 millones de personas a nivel mundial experimentan algún grado de pérdida de la audición, según la OPS. En un video, una frecuencia de audio propone calcular la capacidad de escuchar sonidos agudos y asociarla a los años de vida. El análisis de dos expertos a Infobae.

Los datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican que más de 1.500 millones de personas a nivel mundial “experimentan algún grado de pérdida auditiva. De estos, se estima que 430 millones tienen pérdida auditiva de gravedad moderada o mayor en el oído con mejor audición”.

Se estima que para 2050 esa cifra podría superar los 700 millones (una de cada diez personas), según postulan desde la entidad sanitaria internacional. “Se dice que alguien sufre pérdida de audición cuando no es capaz de oír tan bien como una persona cuyo sentido del oído es normal, es decir, cuyo umbral de audición en ambos oídos es igual o mejor que 20 decibelios. La pérdida de audición puede ser leve, moderada, grave o profunda. Puede afectar a uno o ambos oídos y entrañar dificultades para oír una conversación o sonidos fuertes”, informan en la Organización Mundial de la Salud (OMS), que avala entre sus efemérides al Día Mundial de la Audición, que se conmemoró el 3 de marzo.

En ese sentido, a medida que el tiempo pasa, el cuerpo humano experimenta un proceso de transformación inevitable que repercute en una variedad de órganos y funciones, y la audición no es la excepción. No obstante, es crucial subrayar que estos cambios no son universales, pues cada organismo responde de manera particular al proceso de envejecimiento. De ahí la importancia de consultar a profesionales médicos para evaluar la salud individual.

Un reciente video de unasecuencia de audio ha captado la atención al ofrecer una particular manera de calcular la “edad” de nuestros oídos en función de la salud auditiva. La premisa es sencilla pero reveladora: la secuencia aumenta progresivamente en Hercios (Hz). A medida que esta frecuencia aumenta, resulta más difícil para algunas personas detectar los sonidos, lo que proporciona una aproximación de la mencionada “edad auditiva”.

A medida que envejecemos, la audición puede verse afectada, pero los cambios varían según cada individuo, destacando la importancia de consultar a médicos especialistas (Imagen ilustrativa Infobae)

El fundamento de este contenido radica en la relación entre la salud auditiva y la edad de una persona. Es que a medida que envejecemos, la capacidad del oído para percibir ciertos tonos y frecuencias tiende, en algunos casos, a disminuir gradualmente. Por caso, según Mayo Clinic, “la pérdida auditiva que aparece poco a poco a medida que envejeces -que también se conoce como presbiacusia- es frecuente. El envejecimiento y la exposición a ruidos fuertes pueden causar pérdida auditiva. Otros factores, como un exceso de cerumen, pueden reducir el funcionamiento de los oídos durante un tiempo”.

De acuerdo a los expertos del centro de salud estadounidense, “hay tres tipos de pérdida auditiva: conductiva, que afecta al oído externo o medio; neurosensorial, que afecta al oído interno; mixto, que es una mezcla de las dos anteriores”. En tanto, “los síntomas de la pérdida auditiva pueden incluir amortiguación del habla y de otros sonidos; dificultad para entender las palabras, especialmente cuando se está en una multitud o en un lugar ruidoso; dificultad para escuchar las letras del alfabeto que no son vocales; pedirles con frecuencia a los demás que hablen más lento, con mayor claridad y más alto; necesidad de subir el volumen de la televisión o la radio; evitar algunos entornos sociales; sentir molestias por el ruido de fondo; zumbido en los oídos, lo que se conoce como tinnitus”.

En ese contexto, Santiago Jesús Pérez Ruiz, doctor en Ingeniería Eléctrica y responsable del Laboratorio de Acústica y Vibraciones del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT), perteneciente a la Universidad Nacional de México (UNAM), resaltó que “estamos sobreestimulados y tendemos a abusar de los sonidos, lo que provoca desgaste”.

Los síntomas de la pérdida auditiva incluyen dificultad para escuchar conversaciones, necesidad de subir el volumen de la TV y zumbido en los oídos (Getty)

También aseguró que se debe tener conciencia de que la audición llega a su máxima sensibilidad alrededor de los 20 años y después declina de manera inevitable. “Tardaremos en experimentar problemas que nos dificulten la comunicación oral, pero si nos exponemos a sonidos indeseables y estruendosos de forma constante, se darán de forma temprana”, afirmó en una reciente publicación de la casa de altos estudios.

En diálogo con Infobae, la doctora Carolina Binetti (MN 97025), jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Británico de Buenos Aires, precisó: “Hay varias pruebas de este estilo, que evalúan hasta dónde escuchás porque ponen primero sonidos más graves y después sonidos más agudos. Lo primero que se pierde en la audición con la edad son los sonidos agudos, entonces se busca en dónde está ese corte de pérdida de audición en las frecuencias agudas”.

“El resultado que da el video es algo muy aproximado: es la audición de tono puro y no implica que la persona no comprenda bien las palabras. Es un juego y está bien para tener una idea de qué tantos agudos uno tiene perdidos, pero es un resultado muy general y no implica para nada cuál es el grado de discriminación de palabras”, siguió Binetti.

Los estudios realizados por profesionales son fundamentales para evaluar la capacidad auditiva y la comprensión del habla (Pexels)

Al tiempo que destacó: “En una persona adulta, los estudios para evaluar la audición son la audiometría tonal, que estudia la capacidad de discriminar sonidos que no tienen un significado, y la logoaudiometría, que es una prueba en la que se evalúa la capacidad de discriminar palabras. Lo que se estudia es qué capacidad tiene el paciente para escucharlas y, en el caso de las palabras, de comprender cuál es la palabra o cuál es el sonido emitido y repetirlo. También existen estudios como la audiometría de alta frecuencia, en la que se estudian las frecuencias más allá de los 8000 Hertz, que es hasta donde evalúa la audiometría tonal habitual. Estas altas frecuencias suelen ser las primeras en dañarse, tanto por edad como por ruidos, a veces, y también por traumas acústicos”.

En segundo lugar, Binetti hizo referencia a las llamadas células ciliadas externas, que tienen “la característica de ser neuronas con la capacidad de contraerse. Entonces, cuando se genera un estímulo sonoro en el oído, éste responde a ese estímulo porque esas neuronas se contraen y dan una respuesta especial que los profesionales pueden captar”. Esta información se puede utilizar, según la profesional, en un estudio de emisiones acústicas en los bebés recién nacidos o en los niños pequeños.

“Hay que cuidar la audición de los sonidos fuertes y de golpes, como traumatismos en el oído o a veces en la cabeza. Por ejemplo, si uno pasa cerca de una fábrica con ruido en funcionamiento, debería cubrirse los oídos, reduciendo así el volumen sonoro al que está expuesto. Luego, está la exposición recreativa, que puede ser, por ejemplo, la práctica de tiro. Aunque uno esté en un espacio al aire libre, la exposición a sonidos en recitales, fiestas, lugares como un boliche, generan un ruido muy alto. Por lo tanto, llevar protección auditiva, como tapones para los oídos, y tener cuidado con el lugar donde uno se ubica es esencial. Si se encuentra en el centro de la pista, el volumen sonoro será mucho más alto que si se ubica en la periferia o cerca de la barra o las mesas”, sugirió Binetti

Otro profesional consultado por Infobae fue el doctor Carlos Boccio, jefe del Programa de Implantes Cocleares e Hipoacusia del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Italiano: “En referencia a estos tipos de test que ayudan con datos e incluso con inteligencia artificial, es absolutamente imprescindible que la evaluación de la audición en un paciente presumiblemente con déficit auditivo se haga con la tecnología que actualmente tenemos disponible los profesionales, que son los audiómetros, los impedanciómetros y los equipos de potenciales evocados auditivos”.

La presbiacusia, pérdida auditiva relacionada con la edad, es común y puede ser causada por el envejecimiento y la exposición al ruido (Imagen ilustrativa Infobae)

“Estos software, que son realmente muy novedosos, sirven para hacer autotest y orientar un poco ante una eventual falla, sobre todo muy marcada y evidente”, agregó Boccio, y advirtió que en cualquier caso el paciente debe concurrir “al otorrinolaringólogo y a la audióloga para que lo evalúen presencialmente y ratifiquen o no la eventualidad de una pérdida auditiva”.

“La tecnología es bienvenida, simplifica las cosas, las acorta; sirve para screening o para sospecha, pero de ninguna manera sirve para la confirmación de una enfermedad auditiva -advirtió el especialista-. ¿Cómo se evalúa la salud auditiva? El pediatra, el clínico o después el otorrinolaringólogo o el otólogo examina al paciente, lo escucha, lo interroga y, secundariamente, una vez que sabe que no hay ninguna interferencia para hacer una prueba auditiva (tapón de cera u otro problema clásico y común), lo envía al audiólogo para su evaluación. Después, con los resultados audiológicos, se llega a la conclusión de cuál es el problema y cuál debería ser la conducta terapéutica, si así lo amerita”.

“A medida que los niños crecen, la exposición al ruido se convierte en un potencial problema, especialmente entre adolescentes y jóvenes adultos, debido al uso frecuente de fuentes sonoras de alta intensidad. Además, ciertas ocupaciones, como la metalurgia y el trabajo en fábricas, también aumentan el riesgo auditivo, por lo que es importante tomar medidas preventivas en esos ámbitos. En cuanto a los adultos mayores, con el aumento de la esperanza de vida, se observa un incremento en la cantidad de personas que necesitan dispositivos de ayuda auditiva, los audífonos”, señaló Boccio.

Y cerró: “A pesar de ello, los adultos mayores siguen siendo socialmente activos y requieren integrarse adecuadamente en su entorno familiar y social. Muchos de ellos necesitan audífonos para mantener una buena calidad de vida. Sin embargo, es importante destacar un tema muy bien explicado por la medicina en los últimos años, que es que la desconexión auditiva puede llevar al aislamiento, depresión y problemas cognitivos en esta etapa de la vida”.

FUENTE: infobae

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Señales de que estás perdiendo audición y qué hacer al respecto

Si sientes que estás perdiendo audición, entonces quizá es correcto, y es que por algo necesitamos que nos repitan todo.

Sientes que estás perdiendo audición, pero no estás del todo seguro? No te preocupes, que no eres el único. En realidad, la pérdida de audición tiende a darse de forma tan paulatina, que muchas veces nos cuesta trabajo notar cómo hemos perdido capacidad de escuchar con el paso del tiempo, ya que los efectos se presentan poco a poco y de forma gradual, haciendo muy discreta su presencia, quizá hasta que ya es demasiado tarde y se nos complica realizar labores que antes podíamos sin mayor conflicto.

Por ejemplo, puedes empezar por notar pequeños cambios como subir el volumen de la televisión para escuchar mejor o tener dificultad para entender una conversación si hay ruido alrededor, tal vez pienses que es una falla técnica de tu tele o que la música en ese bar era muy fuerte, pero también podrían ser señales de que estás perdiendo audición que debes empezar a tomar en cuenta.

Curiosamente, las personas tienden a negar que tienen problemas de audición y suelen responsabilizar a las personas u objetos a su alrededor. De acuerdo con Jennifer González, audióloga de una clínica en Phoenix, la mayoría de sus pacientes llegan a consulta porque otra persona los ha presionado para hacerlo, casi siempre porque ya se cansaron de repetir lo mismo tres veces, y en general, los pacientes siguen pensando que el problema no son ellos, sino que la gente habla muy bajo.

Pero ¿cómo diferenciar cuando realmente es un tema externo de cuando hay un problema en tu propia capacidad para escuchar? Lo mejor que puedes hacer es prestar atención a estas señales.

La gente habla en susurros

Una primera señal que puedes notar si estás perdiendo audición es que sentirás que toda la gente a tu alrededor habla muy bajito. No solo una o dos personas, que quizá sí hablan con un volumen de voz bajo, ya sea por baja autoestima o simplemente por hábito, sino toda la gente con la que te encuentras. Si te pasa con mucha frecuencia que no alcanzas a escuchar lo que la gente que te rodea en el día a día dice, es una señal de alerta.

Demasiado ruido de fondo

De manera similar, si cada vez que tienes una conversación con alguna persona en un lugar público o ruidoso, esto te hace demasiado difícil el comprender lo que dicen, quizá es momento de acudir al doctor. Y es que, aunque es cierto que hay lugares con una música tan intensa y en un volumen tan alto que hacen difícil tener una conversación, por ejemplo, en un bar destinado a bailar, también es verdad que no todos los lugares tienen este mismo concepto. Por ejemplo, un bar speakeasy rara vez tendrá música tan fuerte. Si aún así no escuchas bien, tómalo en cuenta.

Alguien te ha comentado algo al respecto

De acuerdo con Kelly Dwye, jefa de Audiología en el Emory Healthcare de Atlanta, la mayoría de los casos de gente que está perdiendo audición que reciben en consulta llegan porque algún familiar o ser querido los lleva. Esto quiere decir que si la gente te dice que quizá tienes problemas de audición, no debes descartar la idea.

Te sientes nervioso en ciertos contextos

Si la idea de ir al parque con tus sobrinos a jugar o de ir a una reunión con mucha gente te genera algo de ansiedad, pregúntate si tiene que ver con el mal rato que te puede generar el no poder escuchar bien a los demás. Si la respuesta es que sí, no queda mucho misterio sobre si puedes estar perdiendo audición o no.

¿Qué hacer en estos casos?

Si el no poder escuchar bien a las demás personas o en general, el poder responder asertivamente a los ruidos a tu alrededor te está provocando frustración, entonces probablemente puedes estar perdiendo audición. En todo caso, notarlo a tiempo es importante para tratarlo de manera oportuna.

Lo primero que puedes hacer para confirmar tus sospechas es hacer una prueba de audición en tu chequeo general con el doctor. También, puedes aprovechar algunas de las opciones de test auditivo que se encuentran en internet o en aplicaciones para el celular.

En todo caso, es importante que reduzcas tu exposición a ruidos intensos como son los bares, conciertos, construcciones, etc. De hecho, cualquier ruido por encima de los 70 decibeles puede dañar tu capacidad de escucha y, para que te des una idea, un susurro está en 30 decibeles aproximadamente, mientras que la sirena de una ambulancia en 120. Para esto, puedes usar tapones que te ayuden a protegerte si el ruido intenso te rodea.

Como podrás imaginar, también es importante reducir el uso de audífonos y en todo caso, hacerlo en un volumen moderado que no supere los niveles recomendados por los teléfonos mismos.

FUENTE: gq.com

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Una terapia génica devuelve la audición a un niño de 11 años con sordera congénita

Aissam Dam, marroquí residente en Barcelona, es la primera persona en recibir esta terapia en Estados Unidos.

Aissam Dam, de 11 años, hijo de una familia marroquí emigrada a Barcelona, ha recuperado la audición gracias a una terapia génica experimentada en Estados Unidos. Los investigadores responsables del ensayo clínico, realizado en el Hospital Infantil de Filadelfia, no garantizaban que el tratamiento contra el tipo de sordera congénita que padecía el pequeño funcionara; tampoco, en caso afirmativo, el nivel de recuperación de la capacidad de audición que alcanzaría.

Aissam, sordo de nacimiento por una dolencia que afecta a sólo 200.000 personas en todo el mundo, escuchó las primeras palabras de su vida en un idioma ajeno a su entorno. No fueron en el amazigh o berebernatal de su familia, ni en el castellano o el catalán que se hablan en el lugar donde ahora viven. Tampoco el lenguaje de signos usado en EE UU se parece al lenguaje de signos en castellano que aprendió en el colegio especial de Barcelona en el que fue escolarizado por primera vez en su vida tras llegar a la ciudad desde Marruecos. Tras mudarse a Barcelona, hace tres años, su familia fue a un otorrinolaringólogo que consideró a Aissam adecuado para el ensayo clínico y le postuló para ello.

Lo cuenta este martes el diario The New York Times, que a través de intérpretes ha logrado hablar con el niño y con su padre, obrero de la construcción. A diferencia de los tipos de sordera discapacitantes, la de Aissam es extremadamente rara, causada por una mutación en un único gen, la otoferlina. El objetivo de la terapia génica es sustituir el gen mutado o defectuoso de la otoferlina en los oídos de los pacientes por un gen funcional.

El éxito del ensayo clínico abre la puerta a nuevas terapias génicas dirigidas a otras formas de sordera congénita, incluso en pacientes más jóvenes, si bien los investigadores del hospital de Filadelfia avisan de que el proceso puede durar años. El pasado 4 de octubre, Aissam se convirtió en la primera persona en recibir terapia génica para la sordera congénita en Estados Unidos. El ensayo, uno de los cinco en curso (los otros se realizan en China y Europa) o a punto de comenzar, está financiado por la farmacéutica Eli Lilly y por Akouos, una pequeña firma de biotecnología de su propiedad. Los investigadores esperan ampliar el estudio a seis centros de Estados Unidos.

Los investigadores de los cinco estudios en curso presentarán sus conclusiones el próximo 3 de febrero en una reunión de la Asociación de Investigación en Otorrinolaringología, explica The New York Times. Según los expertos, estas pruebas marcan una nueva frontera para la terapia génica, que hasta ahora no había prestado especial atención a la pérdida de audición. “Nunca ha habido una forma biológica, médica o quirúrgica de corregir los cambios biológicos subyacentes que hacen que el oído interno no funcione”, explica al diario el otorrinolaringólogo Dylan K. Chan, de la Universidad de California, que no participó en el ensayo clínico que devolvió la audición al niño.

Aunque las mutaciones de otoferlina no son la causa más común de sordera congénita, hay una razón por la que tantos investigadores se han centrado en ella. Según John A. Germiller, otorrinolaringólogo que ha dirigido del estudio del hospital de Filadelfia, esta forma de sordera congénita era la más accesible. El gen mutado de la otoferlina destruye una proteína de las células ciliadas del oído interno necesaria para transmitir el sonido al cerebro. Con muchas de las otras mutaciones que causan sordera, las células ciliadas mueren durante la infancia o incluso en la fase fetal. Pero con la sordera por otoferlina, las células ciliadas pueden sobrevivir durante años, lo que da tiempo a sustituir el gen defectuoso con terapia génica, mediante un virus inocuo portador de nuevos genes de otoferlina en dos gotas de líquido que se inyectan delicadamente a lo largo de la cóclea, llevando los genes a cada célula ciliada.

Hasta la llegada de su familia a Barcelona, Aissam no había ido al colegio. Creció en un pueblo pobre, en medio de un completo silencio, y se expresaba mediante un lenguaje de signos inventado por él que le permitía comunicarse con su entorno. Tras mudarse a España, fue escolarizado en una escuela especial para niños con discapacidad auditiva donde aprendió el lenguaje de signos en castellano. Cuando Aissam fue considerado apto para ser el paciente nº 1 del ensayo clínico, Lilly y Akouos costearon su estancia y la de su padre en Filadelfia durante cuatro meses, mientras era sometido al tratamiento. Un tratamiento gracias al que ha escuchado los primeros sonidos de su vida -las primeras palabras, también la primera música o incluso los molestos ruidos del tráfico- a miles de kilómetros de distancia de su vida en silencio.

FUENTE: elpais

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Uso de audífonos: recomendaciones y cuidados

Conoce las claves para el uso seguro de los audífonos o auriculares: recomendaciones y cuidados para no afectar los oídos.

La imagen es más que común: las personas usan audífonos y escuchan música mientras se dirigen al trabajo o regresan a casa en bus, cuando leen, estudian o se desplazan a pie por las calles, entre otras situaciones. No son solo los jóvenes quienes hacen parte de esta tendencia; los adultos también se han ‘contagiado’ de la necesidad de escuchar algo todo el tiempo.

Aunque la música o la radio son maravillosas para el bienestar, esenciales en la vida humana, escuchar cualquier sonido a un volumen muy alto durante largos periodos de tiempo —sobre todo si es con audífonos— puede afectar tu sentido de la audición y poner en riesgo tu salud y seguridad.

Ten cuenta estas recomendaciones y ponlas en práctica para cuidarte de enfermedades. ¡Todo para que sigas oyendo el mundo!

  1. Sin importar que te movilices en transporte público, en tu carro o caminando, no te desconectes por completo de todo lo que ocurre a tu alrededor porque nunca se sabe cuándo deberás reaccionar de forma ágil en una emergencia.
  2. No escuches música u otros recursos sonoros a todo volumen: no sobrepases el 60 % del volumen máximo. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, 1100 millones de jóvenes de todo el mundo podrían sufrir pérdida de la audición por la exposición a ruidos muy fuertes en discotecas, conciertos o gimnasios, o por medio de dispositivos electrónicos y el uso de audífonos. Cuando estás escuchando una canción en tu celular y quieres exceder el límite recomendado del volumen, tu celular te lanza una pregunta de confirmación. Piénsalo y cancela la acción en favor de tu salud.
    Pareja con lentes de sol sonriendo
  3. Sí al uso de tapones para los oídos: ponérselos cuando vayas a un bar o una discoteca, cuando estés en el gimnasio o en cualquier otro espacio en el haya mucho ruido significa aportar a la preservación de tu sentido de la escucha. No sientas pena y consigue unos que se ajusten al tamaño de tus oídos.
  4. Los audífonos son muy útiles en diversas situaciones. En lo posible, usa los que aíslan el ruido externo y no los que se adaptan a tu oído, de esa forma solo escucharás la música o el audio. Eso sí: solo es bueno usar auriculares que te aíslan cuando estás en un sitio seguro (tu oficina o tu casa), no mientras te estás desplazando por la calle. Además, ten presente que el volumen no puede superar el recomendado.
  5. Usa audífonos una hora o menos durante el día: según la OMS, esta buena práctica reducirá la probabilidad de sufrir daños en los oídos o afectaciones en la escucha. Retira los audífonos de tus orejas con cuidado y no los compartas, son de uso personal.
  6. Si por tu trabajo no puedes reducir el tiempo que estás expuesto a ruidos fuertes o debes usar audífonos mucho tiempo, haz pausas auditivas para darles periodos de tranquilidad y reposo a tus oídos.
  7. Ten una rutina de limpieza y cuidado de tus oídos. El Ministerio de Salud recomienda que no introduzcas objetos extraños en ellos. Si quieres limpiarlos, busca la ayuda de un especialista. No te los destapes soplando o tapando tus fosas nasales porque así se obstruye la trompa de Eustaquio; no te eches sustancias extrañas en ellos o tomes medicamentos sin prescripción médica si te duelen.
  8. En caso de notar problemas o dificultades en tu audición, consulta a tu médico. Incluso si no notas nada raro, asiste a revisiones periódicas.

¿Cuántos decibeles de ruido pueden soportar tus oídos?

Según la OMS, máximo 85 decibeles o decibelios durante ocho horas. Esta cifra es el nivel máximo de ruido al que puede exponerse sin riesgo una persona. Entre más alto el volumen de la música, más se reduce el tiempo que una persona debería escucharla. Por ejemplo: una moto en desplazamiento produce 95 decibeles de ruido, por lo que el tiempo de exposición de una persona a este sonido no debería superar las cuatro horas.

Fuentes: Organización Mundial de la Salud, Ministerio de Salud, bbc.com, cuidadodelasalud.com.

¿Usas audífonos con frecuencia? ¿En qué momentos? ¡Cuéntanos en un comentario!

Fecha de publicación: octubre 15 de 2016.
Puede que los contenidos más antiguos del Blog Seguros SURA no estén actualizados, así que por favor mira la fecha de publicación y déjanos tus dudas en un comentario. Te responderemos con mucho gusto. Gracias por tu comprensión.

FUENTE: segurossura

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Cómo cuidar tu salud auditiva: consejos para prevenir problemas de audición

Según la Organización Mundial de la Salud, más del 5% de la población mundial sufre algún tipo de disfunción auditiva.

La pérdida de audición puede ser un obstáculo importante en nuestra vida cotidiana. Estos obstáculos pueden ir desde participar en conversaciones sencillas hasta realizar tareas de aprendizaje y trabajo. En este sentido, tener una audición saludable es vital para nuestra interacción social, rendimiento académico y productividad laboral. Además, en ciertos contextos, las dificultades para oír pueden tener consecuencias realmente peligrosas, como no poder oír advertencias de peligro o señales de alerta, lo que puede poner en riesgo nuestra seguridad.

Según la Organización Mundial de la Salud, más del 5% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad auditiva. Esto significa que millones de personas en todo el mundo están lidiando con algún grado de pérdida de audición. Sin embargo, lo más preocupante es que muchas de estas disfunciones auditivas podrían haberse evitado con una serie de medidas preventivas y de cuidado adecuado. Esto subraya la importancia de la prevención y el cuidado de la audición en todas las etapas de la vida.

La pérdida de audición puede ser un obstáculo importante en nuestra vida cotidiana. Estos obstáculos pueden ir desde participar en conversaciones sencillas hasta realizar tareas de aprendizaje y trabajo. En este sentido, tener una audición saludable es vital para nuestra interacción social, rendimiento académico y productividad laboral. Además, en ciertos contextos, las dificultades para oír pueden tener consecuencias realmente peligrosas, como no poder oír advertencias de peligro o señales de alerta, lo que puede poner en riesgo nuestra seguridad.

Según la Organización Mundial de la Salud, más del 5% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad auditiva. Esto significa que millones de personas en todo el mundo están lidiando con algún grado de pérdida de audición. Sin embargo, lo más preocupante es que muchas de estas disfunciones auditivas podrían haberse evitado con una serie de medidas preventivas y de cuidado adecuado. Esto subraya la importancia de la prevención y el cuidado de la audición en todas las etapas de la vida.

La importancia de las revisiones médicas

Los problemas de audición pueden comenzar a desarrollarse desde la infancia, por lo que es recomendable prestar mucha atención a la capacidad auditiva de los más pequeños, para detectar y tratar dichos problemas a tiempo. Los expertos recomiendan que se realicen evaluaciones auditivas a los recién nacidos y antes de que los niños comiencen su vida escolar. Los oídos de los niños, al ser más sensibles y propensos a daños, requieren una atención especial.

itivas con regularidad, al menos cada 6 u 8 meses.

Baja el volumen

Estamos expuestos a una enorme variedad de ruidos a diario. Sin embargo, la exposición prolongada a ruidos fuertes puede ser perjudicial para nuestra audición. En entornos laborales con niveles altos de ruido, es importante usar protectores auditivos con cancelación de ruidos. Sin embargo, la mayor parte de los traumas auditivos por ruidos fuertes no se producen en el trabajo, sino en nuestro tiempo de ocio. Al usar audífonos y altavoces, debemos ajustar el volumen a un nivel moderado de unos 80 dB, más o menos, para prevenir daños auditivos en el medio y largo plazo.

Evita los bastoncillos

Introducir objetos en nuestros oídos puede parecer una solución rápida y eficaz para aliviar molestias o para limpiarlos. Sin embargo, debemos tener cuidado, porque esto puede causar un daño irreparable al canal auditivo. El ejemplo más claro de los peligros de introducir objetos en el oído es el de los bastoncillos de algodón.

FUENTE: larazon

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Salud auditiva infantil: consejos profesionales para cuidar los oídos de los niños

Los oídos de los más pequeños son especialmente sensibles a factores externos como la humedad, una mala higiene o el exceso de ruido, factores que pueden dar lugar a infecciones, tapones e incluso pérdida de audición. Además, este sentido resulta fundamental para el correcto desarrollo en la infancia, por lo que cuidar la salud auditiva de los niños debería ser una prioridad

Razones de peso para cuidar la salud auditiva de los niños

Aunque el oído juega un papel importante durante toda la vida, es en la primera etapa de la infancia cuando tiene un mayor impacto en el desarrollo de las diversas áreas de la persona. Desde que nacen, los bebés lo utilizan para explorar y comprender el mundo que les rodea, y a medida que van creciendo, este sentido será clave para la adquisición del lenguaje y las habilidades sociales.

Según datos oficiales, el 80 % de los problemas de pérdida auditiva en niños están presentes desde el nacimiento, aunque también pueden aparecer en los años siguientes debido a infecciones, ciertas enfermedades o traumatismos acústicos.

Por ello, aunque tu hijo haya superado con éxito el cribado auditivo neonatal, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan estar siempre atentos a estas posibles señales que podrían indicar que existe daño o pérdida en la capacidad de oír correctamente:

Signos en los bebés

  • No se sobresalta con los ruidos fuertes.
  • A partir de los 6 meses, no gira la cabeza hacia la fuente de un sonido, ni tampoco cuando lo llaman por su nombre o escucha una voz familiar.
  • No dice palabras sencillas como ‘mamá’ o ‘papá’ en torno a los 12 meses.

Signos en los niños

  • No habla cuando ya debería hacerlo por edad, o presenta dificultades a la hora de pronunciar los sonidos.
  • No es capaz de seguir instrucciones simples.
  • Ignora cuando lo llaman por su nombre o parece estar siempre distraído.
  • A menudo, insta a su interlocutor a repetir lo que le ha dicho (‘¿qué?’).
  • Sube demasiado el volumen de la televisión.

En algunos casos, la detección temprana del problema y el tratamiento adecuado podrían evitar daños o minimizar su impacto.

6 Consejos clave para cuidar los oídos de tus hijos

Además de acudir de forma periódica a las revisiones con el especialista y estar atentos a los posibles signos que podrían indicar la presencia de algún problema, la Asociación Española de Pediatría (AEP) y los expertos de Aural nos recomiendan seguir los siguientes consejos para cuidar los oídos de toda la familia:

1. Controlar el volumen de los auriculares

Hoy en día, muchos adolescentes y jóvenes pasan largos periodos de tiempo escuchando música con auriculares, y en estos casos es fundamental controlar el volumen y no excederse de lo recomendado. En este sentido, los pediatras advierten: un volumen de 115 db durante 15 minutos sería suficiente para provocar una pérdida auditiva.

2. Evitar la exposición prolongada a los sonidos

Pero no solo es importante el volumen, también lo es el tiempo de exposición a los sonidos. Por eso, el Comité de Promoción de la Salud de la AEP recomienda dejar descansar los oídos durante un cuarto de hora, tras 45 minutos escuchando música o vídeos a través de unos cascos.

3. Prestar atención a los juguetes ruidosos y aparatos electrónicos

La Academia Americana de Pediatría también pone especial foco en la importancia de evitar o minimizar el uso de juguetes ruidosos, así como ajustar el volumen de aparatos electrónicos de uso cotidiano como el teléfono, la televisión o las videoconsolas.

4. Protegerse de los ruidos

Altavoces, eventos deportivos, conciertos, ferias o fiestas con pirotecnia son algunos de los entornos o acontecimientos con ruido excesivo y prolongado que podrían afectar a la salud auditiva de los niños. En estos casos, es imprescindible protegerlos con orejeras o cascos antirruido.

5. Resguardarse del frío, la humedad y los cambios de presión

Los virus respiratorios, las alergias ambientales o pasar mucho tiempo dentro del agua pueden ocasionar otitis. Otras situaciones, como la exposición a corrientes de aire frío o humo de tabaco, y los cambios de prensión debido a la altitud, también provocan dolor.

Aunque no siempre se pueden evitar, en algunos casos es posible prevenir o minimizar las molestias protegiendo los oídos según las recomendaciones del pediatra.

6. Hábitos adecuados de higiene 

Por último, se debe mantener una adecuada higiene para prevenir infecciones y otros problemas. Para ello, debemos limpiar los oídos regularmente de forma suave, eliminar el exceso de cerumen visible, pero jamás hay que introducir bastoncillos u otros objetos en el canal auditivo.

FUENTE: saposyprincesas.elmundo.es

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Consumo prolongado de medicamentos puede causar pérdida auditiva: especialista

Advirtió sobre los riesgos de automedicarse y la importancia de consultar a profesionales médicos.

Consumo prolongado de medicamentos puede causar pérdida auditiva: especialista

Advirtió sobre los riesgos de automedicarse y la importancia de consultar a profesionales médicos.

Medicamentos como la aspirina, el ibuprofeno, el tylenol o naproxeno, que se consumen de manera prolongada pueden provocar una pérdida parcial o total de la audición.

En entrevista para MILENIO, la especialista recalcó algunas de las razones por las que alguien puede perder la audición, entre ellas los llamados “medicamentos ototóxicos”, que son aquellos que tienen la capacidad de dañar las células del oído provocando problemas de audición o equilibrio, de manera parcial o total.

“Otro factor que puede llegar a ser más inmediato (en la pérdida de la audición) es la exposición a medicamentos, hay medicamentos que son tóxicos para el oído, tanto tomados como en gotas”, señaló.

Llamado a la conciencia: Peligros de la automedicación para la audición en México | Foto: Rolando Riestra

En México, según datos de la Secretaría de Salud, hay 2.3 millones de personas sordas, ya sea por causas congénitas, la constante exposición a ruidos y “desafortunadamente” por infecciones de garganta que no se tratan adecuadamente.

Este tipo de medicamentos afectan primero a las frecuencias más altas, es decir a los sonidos agudos y que el paciente puede identificarlo con el “escucho, pero no entiendo”, en donde el paciente puede cambiar algunas letras por otras o contestar algo que no se le preguntó.

Ana Karen Grandini, presidenta de la Asociación de personas sordas de México, “Sublime Expresión” A.C, quien es una persona cuya sordera fue causada por el suministro de amikacina intravenosa a causa de rotavirus.

La historia de Ana, empezó a los dos años de edad cuando fue hospitalizada por lo que se pensaba que era una gripe, el doctor le informó a su familia, que se trataba de rotavirus. El tratamiento que recibió consistió en amikacina intravenosa, pero ni ella ni su familia fueron informados por el médico de los efectos secundarios de este medicamento.

A muy temprana edad, Ana Karen entró al mundo de la discapacidad auditiva y tras muchos intentos por recuperar la audición, decidió vivir a través de sensaciones y lenguaje de señas.

“Mi familia se enojó mucho, estuvo muy molesta (…) mis padres no estaban acostumbrados a esto y obviamente se preocuparon mucho, pero lo mejor que pudieron hacer fue ayudar en el desarrollo de mi sordera”, comentó.

Los medicamentos ototóxicos pueden clasificarse en tres ramas, los de venta libre, algunos antibióticos y los medicamentos utilizados en quimioterapias.
Riesgo auditivo por medicamentos en México | Foto: Rolando Riestra

​Algunos antiespasmódicos como la buscapina, aspirina, ibuprofeno o tylenol que se consuman de manera prolongada, puede generar problemas de audición, al igual que la amikacina, gentamicina o estreptomicina que son algunos de los antibióticos más recetados por doctores.

De igual forma algunos diuréticos como la furosemida; anticonceptivos como la medroxiprogesterona o medicamentos que funcionan como agentes antitumorales como el cisplatino, bleomicina, misonidazol, entran en esta lista con más de 50 medicamentos que pueden generar sordera.

“El problema no es el consumo de estos medicamentos, sino cuando estos empiezan a ser recurrentes o pacientes que ya toman muchos medicamentos por alguna enfermedad que tengan de base (y) entonces recurren a automedicarse cosas que pudieran generar interacciones”, señaló la doctora Espinosa. 

Por eso es esencial que cualquier medicamento sea guiado por un profesional y lo importante que es no automedicarse.

La ototoxicidad dependerá de la susceptibilidad de cada persona, es decir que no van a provocar en todos una falla, existirán pacientes que tendrán a ser más “vulnerables” y perderán la audición en cuanto reciban la dosis.

La doctora Cecilia Espinosa añadió que también existe una neurotoxicidad, es decir, que habrá medicamentos que no dañen propiamente el oído, pero sí la vía auditiva central, esto es el camino del sonido al cerebro.

Si un paciente ya cuenta con problemas de audición es importante que le haga saber a todos sus doctores para poder evitar la indicación de este tipo de medicamentos, así como la rápida atención ante este tipo de problemas.

Por último, la doctora Espinosa subrayó lo importante que es generar una cultura alrededor de esta discapacidad, “la invitación es a que sean más pacientes sean conscientes con sus familiares con problemas auditivos (…) y si ya vieron que un familiar le sube mucho a la tele o cambia unas cosas por otras, de la manera más amable y amorosa proponer ir con un especialista”.

FUENTE: milenio

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Audición ¿Cómo cuidar la salud de tus oídos?

En el mes de marzo se celebra el Día Internacional de la Audición. ¿Qué conductas nos ayudan a preservarla?

La audición, según la OMS, se define como la capacidad efectiva sana del ser humano para oír, ligada a la función de comunicar a través del lenguaje. Dicha capacidad depende de las estructuras y fisiología del órgano de la audición, del grado de maduración del individuo y del ambiente sociocultural en el que se desenvuelve.

Cuando la audición no es clara se puede percibir en situaciones que se repiten a diario, por ejemplo: «Si hay mucho ruido o bullicio de fondo, no entiendo lo que dicen»; «Cada vez estoy preguntando más ¿Qué dijiste? «; «Hay palabras que se me confunden o se me pierden»; «No escucho como antes», etc.

Para saber cuál es el motivo de esta pérdida de audición o que la audición no sea clara y precisa, es necesario estudiar la sintomatología.

La evaluación clínica inicial del paciente la realiza el médico otorrinolaringólogo, quien luego deriva al paciente para realizar los estudios audiológicos al Servicio de Fonoaudiología.

Es importante realizar controles audiológicos si el paciente presenta antecedentes de factores de riesgo auditivo, si trabajó expuesto a ruido, por consumo de medicamentos ototóxicos, infecciones de oído a repetición, resfríos o procesos congestivos, traumatismos de cráneo, enfermedades asociadas a pérdida auditiva, pacientes usuarios de audífonos, entre otras.

El primer eslabón de la medicina es la p revención. Esto permite evitar el desarrollo de patologías a través de diversos cuidados, que pueden ser:

  • No introducir ningún objeto en el oído.
  • Evita los ruidos fuertes.
  • Evitar los medicamentos ototóxicos.
  • No aplicar líquidos en el oído, que no hayan sido recetados por el médico especialista
  • Utilizar tapones de oído para nadar.
  • Usar protectores auditivos para aquellos que se expongan a niveles altos de ruido/sonido
  • No utilizar auriculares por tiempos prolongados.
  • Acudir al médico ante cualquier signo, síntoma o problema otológico.

A modo de conclusión, podemos afirmar que el diagnóstico precoz permite identificar y tratar adecuadamente los síntomas y la pérdida de audición. Por eso ante cualquier duda es importante acudir a una consulta.

Lic. Gabriela González, Staff de la Unidad de Acúfenos e Hiperacusia y la Lic. Betiana Villoria, integrante del Servicio de Fonoaudiología de Grupo Gamma

FUENTE: lacapital

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Cómo actuar rápido para que la pérdida de audición no nos ponga límites

El diagnóstico precoz de la pérdida auditiva permite encontrar el mejor tratamiento para cada persona.

Mercè Palau

12 de marzo de 2024 06:01h Actualizado el 15/03/2024 14:47h

Hablar de pérdida auditiva es hacerlo de la incapacidad parcial o total para oír sonidos en uno o ambos oídos. Esta afección puede afectar a personas de todas las edades, desde bebés hasta ancianos. Tanto si es una afección temporal como permanente, la pérdida auditiva puede tener un impacto significativo en la vida diaria y en el bienestar de una persona porque no solo afecta a nuestra capacidad de oír, sino que dificulta nuestra conexión con el mundo que nos rodea. 

Se calcula que en todo el mundo aproximadamente 430 millones de personas, más del 5% de la población mundial, padece este problema, que afecta a la comunicación diaria de quien la sufre y que, aunque su incidencia aumenta con la edad, no debe considerarse un problema exclusivo de las personas mayores.

De hecho, no sería correcto decir que solo afecta a este sector de la población, aunque sí es cierto que concentran el pico de los casos debido al envejecimiento del sistema auditivo. Como explica el Doctor Luis Eduardo Cubillos del Toro, especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario General de Villalba, “la hipoacusia, que es el término médico para la pérdida auditiva, puede afectar a todas edades, siendo de entre un 5% a un 6% en población infantil en Europa”. 

Qué es la pérdida auditiva y cómo se manifiesta

La pérdida auditiva o hipoacusia es la presencia de disfunciones en una o más partes del oído. Esto significa que disminuye la agudeza auditiva, es decir, no somos capaces de escuchar sonidos en una intensidad habitual, lo que impacta de forma directa en la salud, en nuestras interacciones sociales y en la calidad de vida. 

La forma más común de alguien que experimenta pérdida auditiva es “la presbiacusia o pérdida de audición inherente al envejecimiento natural, que suele aparecer de forma gradual a partir de los 40-50 años”, admite Cubillos del Toro. En la mayoría de los casos esta pérdida suele ser de aparición lenta; solo en algunos casos, como por motivos víricos, inflamatorios o cardiovasculares, se da de manera súbita.

La pérdida de audición puede estar provocada por una variedad de factores: puede ser congénita o adquirida, y puede variar desde una pérdida leve, moderada, hasta una más profunda y severa. Como reconoce el especialista, “cuanto más avanzada sea, mayor repercusión en el entendimiento de palabras, lo cual afectará a la capacidad de comprensión en una conversación”. 

Hombre mayor con audífono AquaArts studio / iStock

Cómo reconocer los síntomas de la hipoacusia

Los problemas de audición a menudo aumentan de forma lenta y es posible que los cambios no se noten de inmediato. En la mayoría de los casos, los signos que indican indicios de hipoacusia suelen aparecer de manera paulatina. En un primer momento, es posible que haya problemas para comprender o seguir una conversación, puede resultar difícil escuchar conversaciones telefónicas o seguir diálogos mientras se mira la televisión. 

A la pérdida de audición se le suman otros signos como “acúfenos —ruidos—, intolerancia a sonidos fuertes o vértigos. En este caso se deben descartar enfermedades que afecten en global al oído interno, como el síndrome de Meniere”, advierte Cubillos del Toro. 

Cuáles son las principales causas de la hipoacusia 

Los tipos principales de hipoacusias son las congénitas, las adquiridas y las propias de la edad. En palabras de Cubillos del Toro, las congénitas tienen que ver con “factores genéticos y otros relacionados con el embarazo, como infecciones o la exposición a ciertos fármacos”. Las adquiridas, en cambio, pueden tener orígenes muy diversos y ser el resultado de una suma de factores, que van desde un factor de “tipo infeccioso, enfermedades inflamatorias, traumatismos, exposición a ruido o a sustancias tóxicas para el oído como el tabaco, el alcohol o algunos antibióticos de uso hospitalario”, reconoce el experto. 

De acuerdo con el Informe mundial sobre la audición de 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un total de 1,16 mil millones de los 1,50 mil millones de personas con pérdida auditiva tienen una gravedad leve. Las personas con pérdida auditiva profunda o completa tienen las tasas de prevalencia más bajas, del 0,2%.

Hipoacusia, una detección no invasiva que debe llegar pronto

La detección precoz de la pérdida de audición es fundamental para poder tratarla y frenarla cuanto antes mediante las distintas soluciones auditivas. Las evaluaciones de audición son cómodas. “Lo más sencillo es realizar una audiometría, un test que permite valorar las distintas frecuencias del oído humano y a qué volumen se escuchan”, afirma Cubillos del Toro. 

Esta prueba suele ser una pieza clave porque permite evaluar la capacidad auditiva de una persona. En concreto, permite evaluar la capacidad auditiva de una persona midiendo su umbral auditivo, es decir, el nivel mínimo de sonido que puede detectar en distintas frecuencias. 

Otras pruebas que suelen realizarse son “audiometrías verbales, que también nos permiten conocer el grado de comprensión de palabra”, asegura el especialista. Se trata de procedimientos no invasivos y precisos que se llevan a cabo en una cabina insonorizada.

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Prevención, clave para detectar los primeros síntomas

Aunque, como hemos visto, la hipoacusia no se puede revertir, la presbiacusia se puede ralentizar siguiendo hábitos saludables: evitar el alcohol y el tabaco, controlar todos los factores de riesgo cardiovascular y limitar la exposición a ruidos intensos. En este sentido, y como advierte el especialista Cubillos del Toro, “es importante realizar una audiometría cuando notemos pérdidas mantenidas más allá de tres semanas”.

Esta medida preventiva permite valorar si se debe instaurar un tratamiento curativo o son necesarias ayudas auditivas. En este sentido, si es necesario el uso de un audífono, cuanto más pronto se haga el proceso de adaptación mucho mejor porque “puede minimizar, en el caso de las sorderas por la edad, el deterioro de la comprensión de palabra, causa de aislamiento y pérdida de calidad de vida en personas ancianas”, matiza Cubillos del Toro.

FUENTE: eldiario.es

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La pérdida de audición genera un deterioro cognitivo que se puede prevenir 

Con motivo del Día Mundial de la Audición, el Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra, la Asociación Nacional de Audioprotesistas y la Asociación Española de Audiología han desarrollado una mesa redonda sobre salud auditiva y calidad de vida, con la participación de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.

Los participantes de una mesa redonda organizada por el Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra con motivo del Día Mundial de la Audición han coincidido en destacar la relación entre la pérdida de audición y el deterioro cognitivo. Por eso, han recalcado la importancia de acudir a los especialistas desde el momento en el que la persona es consciente de ese déficit para evaluar las diferentes alternativas terapéuticas.  

En el encuentro han participado el Dr. Manuel Manrique, director del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica; la Dra. Paula Sánchez, especialista del Hospital Universitario Central de Asturias y vocal de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello; el Dr. Juan Manuel Espinosa, médico del Hospital Virgen de las Nieves, de Granada, y vocal de la Asociación Española de Audiología y Francesc Carreño, audiólogo protésico y presidente de la Asociación Nacional de Audioprotesistas

La mesa ha estado moderada por Javier Santos, director de Audiología en el Departamento de Otorrinolaringología de Clínica Universidad de Navarra en Madrid. Durante su intervención, Santos ha recordado que “se estima que el 80% de los problemas de audición en todo el mundo no reciben atención médica y cada vez serán más las personas con dificultad para comunicarse”.  

Por su parte, el Dr. Manrique ha asegurado que “la persona con deterioro cognitivo causado por una pérdida de audición siempre va a necesitar un apoyo social y familiar mayor, y será menos independiente. Actualmente contamos con muchos medios para evitar que ocurra. No obstante, el primer paso es que la sociedad esté sensibilizada con el problema y que la persona no se resigne a oír mal”.  

Importancia de acudir al otorrino 

Los tres especialistas han recalcado la importancia de acudir al otorrinolaringólogo cuando se perciben los primeros síntomas de este déficit auditivo. Según el Dr. Manrique, “el tiempo que tarda un paciente con este problema hasta que adquiere un implante o un audífono puede superar los diez años. Se trata de un periodo muy largo en el que puede empezar a sufrir deterioro cognitivo sin ser consciente”.  

Los problemas de salud auditiva son una alerta creciente de salud pública que exigen la sensibilización de toda la sociedad. Como asegura el director del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica, “en muchas familias se generan dificultades de comunicación por culpa del alto volumen de la televisión o por faltas de entendimiento en la conversación. Esas situaciones son signos de alarma que deben traducirse en una visita al médico, porque pueden tener solución». 

La Dra. Sánchez ha añadido que es importante transmitir a los pacientes la idea de que como especialistas hacen “todo lo posible para evitar el deterioro cognitivo y el aislamiento social producido por la pérdida de audición. Si el objetivo es vivir mejor, envejecer mejor y tener mayor calidad de vida, hay que tratar el problema de audición sin ninguna duda”.  

Los implantes, una solución eficaz 

Los audífonos e implantes funcionan y proporcionan buenos resultados. Según el Dr. Espinosa, “los resultados son mejores con una adaptación precoz. A veces, el paciente llega con una pérdida muy avanzada y así es más difícil acostumbrarse al audífono o al implante».  

El Dr. Manrique ha añadido que “no hay edad para el tratamiento de los problemas auditivos. Hay experiencias de colocaciones de implantes en personas mayores de 100 años, por lo que es importante asumir que la edad no es una barrera para ningún tipo de ayuda auditiva”.  

Francesc Carreño, por su parte, ha resaltado que “los audífonos y los implantes cocleares están teniendo un impacto muy positivo en la vida de las personas. Las tasas de éxito de adaptación son buenas. Se han convertido en una solución eficaz porque cubren todas las necesidades auditivas y sociales de la persona”. 

FUENTE: cun.es