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Señales de que estás perdiendo el sentido del oído

La concienciación y la inclusión, dos temas pendientes

¿Eres de los que le suben el volumen al televisor o ponen en altavoz el teléfono celular para escuchar mejor a quien llama? Si la respuesta es sí, entonces es probable que estés perdiendo audición.

“Si nos ponemos los audífonos para escuchar música, el teléfono nos advierte cuando el volumen es muy alto, lo cual quiere decir que no es sano para nosotros. Pero si aun así lo dejamos o ponemos más alto, significa que tenemos una pérdida auditiva a pesar de que sí escuchemos”, advierte Alvar Adrián May Can, director de la Asociación para Sordos del Estado de Yucatán (ASEY).

Yucatán ocupa uno de los primeros lugares nacionales en número de personas sordas, junto con Zacatecas y Michoacán. En estos tres estados hay numerosas personas con algún problema hereditario de audición o daño interno en los oídos.

Hoy, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial de la Audición, efeméride que busca promover la detección temprana de cualquier problema o deterioro auditivo en personas de todo el mundo.

Los tipos de pérdida auditiva

Alvar May explica que se suele diferenciar la pérdida auditiva en temporal, causada por infecciones e incluso gripe, y la permanente, que es ausencia total de audición. Quienes tienen ésta última solo escuchan sonidos que son filtrados por el aire y les ocasionan dolor e incomodidad en el tímpano.

En realidad hay tres tipos de pérdida auditiva: la conductiva, que involucra el oído externo o medio; neurosensorial, el oído interno, y mixta, que combina los dos anteriores. Se requiere una revisión auditiva para identificar el tipo de sordera y adecuar el tratamiento.

Los retos para personas con sordera

Para las personas con sordera, uno de las retos diarios es la comunicación con otras personas y para la ASEY el desafío más grande es incorporarlos a la fuerza laboral, en la que son requeridos en trabajos donde hay mucho ruido ya que, al no escuchar, pueden mantener la concentración.

“Pueden trabajar en empresas como procesadoras o carpinterías, donde si se contrata gente que sí escucha a la larga van a tener una pérdida auditiva. Eso no es problema con las personas sordas, que se concentran al ciento por ciento, no se distraen en pláticas, son visuales porque manejan mucho su espacio y pueden hacer actividades creativas gracias a la vista”, apunta.

En la ASEY, cuya sede está ubicada en la calle 35 con 42 del fraccionamiento Nora Quinta, realizan actividades transversales con instituciones de gobierno y particulares en beneficio de personas sordas, a las que se apoya enseñándoles un modelo llamado “bilingüe bicultural”, que son terapias en la lengua materna.

May Can destaca que una revisión a tiempo puede hacer una diferencia en la integración social de quienes presentan sordera, como en el caso de María Ascencio, de 18 años de edad, quien desde su nacimiento carece de audición pero ha hecho grandes avances en su integración con el apoyo de su madre, María Ascencio Zamora, quien eligió el método bilingüe bicultural.

Ascencio Zamora admite que “ha sido un gran reto”, pero ha valido la pena porque “ahora mi hija va a entrar a la universidad”.

“Recientemente la acompañé a hacer trámites en la universidad y lo primero que noté es que se presentaba con todos. Desde el principio tenía que decir: ‘Hola, soy una persona sorda, ¿podrías dejarme que lea tus labios para poder entenderte mejor?’. Me pongo en su lugar y pienso qué difícil que todo el tiempo tengas que estar diciendo algo que es una condición, te pone en desventaja, (pero) creo que ella lo ha podido afrontar muy bien”.

En el caso de la joven ha sido clave el apoyo de su madre, que ha adoptado el método educativo en casa, no solo para acreditar lo que exige la educación pública sino “enfocándome en todo aquello que yo veía que podía serle de utilidad, como temas de arte y deportes, sin la presión del aprendizaje”.

Así como María y su madre, muchas más personas trabajan para integrarse a la sociedad, que, subrayan, al final de cuentas es lo más importante para ellas.

Gesto de inclusión

Alvar May considera que aprender la lengua de señas mexicana puede ser la gran diferencia en la concienciación e inclusión.

“Invito a la gente que no sabe la lengua de señas a que la aprenda, es como aprender maya, inglés, francés… No importa que tengas una pérdida auditiva mayor o menor o que escuches, este idioma todos los podemos aprender, puede enriquecernos.

“La lengua de señas no está peleada con ninguna pérdida auditiva y sí puede hacer que las personas tengan una mayor comprensión del mundo que les rodea”, finaliza.— VANESSA ARGÁEZ CASTILLA

FUENTE: yucatan

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